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martes, 3 de septiembre de 2013

El Pípila y la batalla de la Alhóndiga

Por: Cuautli Tlalli 

El despertar de un pueblo sometido, esclavizado y harto de la injusticia e inequidad sacude las entrañas mismas del otrora poderoso Imperio español.
Aquella madrugada del 16 de septiembre de 1810, arengados por el cura de Dolores Don Miguel Hidalgo y Costilla, el pueblo mexicano se levanta en armas contra la tiranía, el despotismo, la explotación, los virreyes…los gachupines.




La “Bastilla” mexicana

En la revolución francesa, una edificación que simbolizaba todo el abuso, el despotismo y la tiranía era la Bastilla, lugar donde se recluía y torturaba a los que se atrevían a levantar la voz en contra  de los Reyes.
En el Virreinato de la  Nueva España los españoles peninsulares poseían su propia “Bastilla”: la Alhóndiga de Granaditas.
La Alhóndiga, que se localizaba en la provincia de Guanajuato, simbolizaba para las huestes insurgentes  la explotación, el abuso y la opulencia insultante de los ricos españoles peninsulares, por lo que tomarla era una forma de saldar afrentas.
Aunado a lo anterior, los españoles deciden resguardar todos sus granos y alimentos, a todas sus familias y fortunas en el interior de esta fortificación (dejando a su suerte a los indios y esclavos aún bajo su tutela) y desde ahí atacan con su ejército realista a los hambrientos insurgentes.

La batalla y el Pípila

El día 28 de septiembre de 1810, luego de solicitar el cura Hidalgo la rendición pacífica y entrega de la ciudad (misma que fue negada por los peninsulares), se inicia la batalla por la toma de la Alhóndiga de Granaditas.
Los ricos españoles y su ejército realista, perfectamente pertrechados y parapetados, masacraban poco a poco en cada oleada de ataque a la fortificación a los insurrectos, que mal armados y con escasa disciplina y entrenamiento militar eran blanco fácil de la metralla española.
Fue entonces que surge la figura de un sencillo minero de nombre Juan José de los Reyes, a quien conocían como “el pípila”, quien con gran valor y arrojo decide arriesgarse para incendiar el portón de entrada a la fortaleza. Protegido por una pesada losa de piedra, el pípila avanzó arrastrándose hasta dicho portón sorteando la metralla española que salía de la fortificación, hasta lograr incendiarla y permitir su derribo y la entrada del ejército al interior de ésta para derrotar a los españoles.



Héroes anónimos

Batallas y hechos distintos se sucedieron a lo largo de la lucha de independencia, en todos ellos destaca el valor de cantidad de héroes anónimos, héroes como el propio “Pípila”, cuyos nombres la historia no registra, pero cuyo sacrificio y valor forzó al imperio español a otorgar la libertad a su antigua colonia, situación que fue bien aprovechada en su favor por los grupos privilegiados para volver suya una lucha que antes combatían con crueldad y cuyos ideales no compartían, pero que al final lideraron para erigirse como los héroes de la obtención de la independencia de México, en lo que se conoció como El Falso Final


 Fuentes.
 Toma de la Alhóndiga de Granaditas
 http://es.wikipedia.org/wiki/Toma_de_la_Alh%C3%B3ndiga_de_Granaditas

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