Vicente Moreno-Liza Hernández
Descontento y
convulsión social era el ánimo que prevalecía a principios de 1907, a escasos 3 años y meses de la fastuosa
celebración porfirista del Centenario de
la Independencia de México, evento previsto por las altas esferas políticas y
aristocráticas de la sociedad para proyectar la imagen de magnanimidad y
prosperidad del porfiriato hacia el mundo, para enviar el mensaje de la gran
bonanza lograda gracias al milagro económico logrado por el héroe, el estadista...
Don Porfirio Díaz. Este evento sería la cereza a un largo periodo de paz y
progreso inusitado en el México de los levantamientos y las luchas internas,
que milagrosamente habían sido desterradas. Tal era la idea transmitida al mundo…pero
a su interior la historia era muy distinta.
La gran fábrica y el auge textil
Los obreros,
campesinos, artesanos, jornaleros tenían una vida muy dura en este periodo…
explotados, desfavorecidos por la igualdad y la justicia sufrían los embates de
la dictadura… con su trabajo incesante, con su agotamiento corporal y
con su conformidad obligada eran los pilares de la riqueza lograda por
el porfiriato, misma que favorecía solo a los empresarios, a los industriales y a los grandes hacendados.
Los industriales, en su
mayoría extranjeros, vivieron un periodo
de gran auge entre 1895 y 1910 donde recibieron del gobierno porfirista todo
tipo de facilidades para fundar y explotar a su pleno deseo cualquier industria que anhelaran… así es como todo tipo
de industrias florecieron por muchas partes del país especialmente la industria
minera, la petrolera, la henequenera y la industria textil.
Hacia 1892 la industria
textil vio como nacía uno de sus símbolos más importantes… la Fábrica de
Hilados y Textiles de Río Blanco, que era una gigantesca edificación de
máquinas relucientes, que pronto se
convertiría en la fábrica textil más grande de México y seguramente de América
Latina, tal era la dimensión de este monstruo que acaparaba la vida de unos 2,350 obreros ( John Kenneth Turner en “México Bárbaro”
contabiliza unos 6,000), misma que les reportaba ganancias estratosféricas a sus dueños
extranjeros, quienes en los años siguientes fundaron nuevas fábricas en todo el
Valle de Orizaba en Santa Gertrudis, Mirafuentes y Santa Rosa, San Lorenzo y
Cerritos cuyos dueños eran principalmente ingleses, estadounidenses y franceses;
nuevamente decenas de campesinos,
artesanos, jornaleros y obreros que
provenían de México, Puebla, Tlaxcala, Oaxaca y el Bajío llegaron a formar la
mano de obra de éstas.
La vida en las fábricas…la explotación…los abusos
Laborar en las entrañas
de la fábrica de Río Blanco era una tarea
agotadora y desgastante. No
importaba el sexo ni la condición, así se podía ver a hombres jóvenes y
adultos, mujeres y niños laborando por igual
en su interior, en condiciones precarias e insalubres. La jornada debía
iniciarse desde 5:30 o 6 de la mañana durante 14 horas hasta las 8 de la noche, el pago era
raquítico tan sólo 35 centavos para hombres al día, 25 centavos para las
mujeres y 10 para los niños, mismos que eran pagados con vales que eran
aceptados sólo en las temidas Tiendas de
Raya, donde el trabajador compraba carísimo los productos y terminaba debiendo
en lugar de cobrar. Entre las reglas impuestas por los patrones y avaladas por
el gobierno porfirista estaba que los obreros no podían realizar huelgas,
organizarse y formar grupos para alegar derechos, no se permite pedir indemnizaciones por heridas o muertes por
algún accidente, en cambio hay multas y castigos por dañar el equipo, llegar
tarde, o protestar a algún director o capataz. La tiranía destacaba unidades de
federales y rurales para garantizar que no se quebrantaran estas reglas y que
se castigara severamente a quien pretendiera intentarlo.
Cansados de esta
situación los obreros se organizan clandestinamente para formar un grupo que
pueda proteger los derechos de todos ellos, así es como nace el Gran Círculo de
Obreros Libres de Río Blanco que tiene el ejemplo de otros grupos de obreros
de Puebla y de Tlaxcala.
La rebelión y las huelgas
Son precisamente los
obreros de Puebla y Tlaxcala los que inician una protesta en contra de las
condiciones desfavorables en que laboraban, exigiendo mejoras sustanciales a esas
condiciones y especialmente protestando por el llamado Reglamento de Noviembre,
donde los patrones hacían válidos y legales todos los abusos e imposiciones.
Los ricos dueños de esas fábricas realizaron
acciones tendientes a desgastar ese movimiento haciendo que pasara el tiempo y
que éstos se cansaran al estar sin
dinero ni comida; el Círculo de Obreros de Río Blanco secretamente realizaba
colectas para ayudarlos a sostener su movimiento y en espera de hacer ellos lo
mismo. Al enterarse los dueños de la
fábrica de Río Blanco de dónde se financiaba la huelga y que se preparaba otra
en su propia fábrica, deciden adelantarse y actúan de forma terminante…los
industriales se organizan en una asociación patronal llamada Centro Industrial Mexicano que pugnaba
por impedir que continuara la agrupación de los obreros y sus huelgas y declara
un paro nacional el 24 de diciembre de 1906, con lo que se cierran 97 fábricas
en todo el país entre ellas la de Río Blanco, dejando sin sustento a alrededor
de 30 a 50 mil obreros en todo el país. Los obreros de Río Blanco responden
yéndose a la huelga creándose un ambiente tenso y raro… prácticamente para
finales de 1906 la industria textil se hallaba paralizada. Molesto por todo
esto, el presidente Díaz emite un laudo donde ordena a los obreros volver de
inmediato a su trabajo, prohibiendo los paros y huelgas y dejando pendiente la
revisión de sus mejoras. Los patrones financian líderes espurios para dividir
el movimiento y reclutar trabajadores esquiroles, por lo que al reunirse los
trabajadores frente a la fábrica en Río Blanco el 7 de enero de 1907, se produce
un amotinamiento donde los obreros del Gran Círculo tratan de impedir que
entren a trabajar a la fábrica los obreros espurios, lo que daría al traste con
su movimiento de huelga.
Los Mártires, la represión y la masacre
Caldeados los ánimos se
produce un enfrentamiento donde los obreros inconformes impiden el acceso a los
que intentan volver al trabajo, apedrean el edificio y se enfrentan contra los
dueños; molestos y hambrientos deciden atacar y saquear la tienda de raya, la cual queman
como un modo de protesta contra la tiranía. Los dueños furiosos hacen llamar a
las fuerzas de la tiranía, el 13º batallón del ejército con caballería y grupos
de rurales y gendarmes arremeten contra la multitud disparando cargas de fusil
dando muerte en principio a 17 obreros e hiriendo a 80 más. A lo largo de todo
ese día y los siguientes, con el apoyo de más
batallones del ejército, se realizó una persecución sin tregua contra
todos los obreros disidentes y sus simpatizantes, mismos que fueron
acribillados, fusilados o golpeados en el acto… se calcula que fueron muertos
entre 200 y 800 obreros a causa de estos
disturbios, sin importar si eran hombres, mujeres o niños.
El General Díaz agasaja
con un gran banquete a los dueños ofreciéndoles disculpas por los disturbios y
ofreciéndoles el respaldo de su gobierno para superar estos lamentables hechos.
Importancia y significado de este evento
La huelga y rebelión de
1907 en Río Blanco fue uno de los acontecimientos icónicos no solo en la lucha
obrera en general, sino una referencia a seguir por todos los sectores sociales
y políticos que en el porfiriato sufrían los atropellos, la desigualdad y la miseria por parte de las clases
política y aristócrata dominantes. Este evento terminó por develarle al mundo
el ambiente de abuso, de enriquecimiento y de esclavización que privaba en el
país del milagro económico, milagro que fue desnudado para mostrar la crueldad
sobre la que se sostenía. Los hechos sangrientos y la manera como se
perpetraron nunca pudieron ser borrados de la memoria inmediata de la sociedad
y fueron el preámbulo para un movimiento aún mayor que trastocó y comenzó el
fin de un régimen autoritario que había reinado por más de 30 años y que caería
ante la vorágine social que desataría esta nueva conflagración… La Revolución
Mexicana de 1910.
Fuentes consultadas
E. de los Monteros, R. “Río
Blanco: crónica de un movimiento obrero textil”. SEP-INEHRM. México. 2012. En http://www.inehrm.gob.mx/Portal/PtMain.php?pagina=exp-huelga-rio-blanco-articulo
“México Bárbaro”. Wikipedia,
la enciclopedia libre. 2012 en http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A9xico_B%C3%A1rbaro
Ramírez, E. “La Huelga
en México” Monografías.com. En
http://www.monografias.com/trabajos12/lahuelmx/lahuelmx.shtml
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