Por: Vicente Moreno-Teresa Moreno
Una ciudad se viste de gala al albergar durante una semana uno de los
eventos culturales más loables que se han generado a nivel local pero de
alcance nacional: el 9° Encuentro de Soneros de Huilango.
En
Córdoba
En efecto, la ciudad de Córdoba en la zona centro del estado de Veracruz,
México, albergó este mes de Abril de 2015 la novena edición del Encuentro
de Soneros de Huilango, en donde se presentaron muestras de Son Jarocho,
Son Huasteco, Fandango, Huapango y Trovada; evento que se realizó del 6 al 12 de
abril contando con el apoyo de importantes instituciones como son el Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) y el Instituto Veracruzano de
la Cultura (IVEC) y promovido por la asociación “Soneros de Huilango” A.C. y esforzados emprendedores, cuya gestión ha hecho posible reunir a
los mejores exponentes de estos ritmos y bailes tradicionales. A estos
personajes e instituciones es a quienes debe reconocerse el esfuerzo para
cristalizar este importante y valioso evento.
Talleres
y música
Este excepcional evento, que lucha por transmitir nuestras
tradiciones culturales a los niños y jóvenes, se vio complementado con
diferentes talleres cuyo objeto es enseñar el arte de los sones, del tradicional
zapateado jarocho, huasteco y zapateado de tierra caliente de Guerrero, el
manejo de instrumentos como la jarana, el arte de la hechura de máscaras o la
ejecución de prendas en el telar de cintura, entre otros. Un artículo
promocional en la Sala de prensa de la página web de Conaculta lo indica así:
" (...) Dentro del programa, expuesto por Trujano Cuellar, se encuentran
la realización de talleres de instrumentos huastecos, zapateado jarocho,
zapateado huasteco, guitarra de son y jarana, décimas y versada, elaboración de
máscaras de carnaval y Xantolo, así como sones de tarima de Tixtla, zapateado
de Tierra caliente, y violín de sones arribeños, entre otros."
Fandango
popular
El momento cumbre de este evento lo fue sin duda el encuentro nacional de
músicos tradicionales, donde los diferentes grupos deleitaron a los presentes
con maravillosos acordes de los sones, entre los que destacaron los sones
jarocho y huasteco principalmente. Fue notable ver cómo los concurrentes
acudían a zapatear bajo esos ritmos, incluyendo a jóvenes, y mejor aún, los
chiquitines, ejemplo claro de que los niños aprenden lo que ven y lo que se les
enseña.
Fue único escuchar a grupos talentosos y
esmerados como: Soneros de Huilango, Grupo Tlacuatzin, los Brujos
de Huejutla, Mono blanco, entre tantos otros que deleitaron a toda la concurrencia.
Eventos de este tipo son importantísimos en la tarea de
rescatar y mantener vivas nuestras tradiciones. Si otros países con menos
riqueza folklórica, presumen lo mínimo que tienen, porqué nosotros con nuestra
enorme riqueza tradicional no lo haríamos.
¡Estimulemos e impulsemos la conservación de
nuestras tradiciones y dialectos, son nuestra identidad, las futuras
generaciones tienen derecho a conocerlas!
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