Por: Geovida A.C.
¿Indio? Sí… Orgullosamente. Es lo que
respondería todo mexicano orgulloso de sus ancestros si le sucediera lo que le
sucedió a don Candelario un señor de tez
morena, la tez propia de nuestra raza de bronce, cuando alguien le gritaba despectivamente
“pareces indio” a razón de algo intrascendente. A cuántos de nosotros, a
cuantos niños y a cuantas mujeres no les
ha pasado algo similar, cuando con ánimo ofensivo somos calificados por individuos
irreflexivos que hablan al calor de ese ánimo con el que buscan notoriedad.
Pero quiénes son esas personas que se atreven a proferir dichos adjetivos: ¿son
de otro continente? ¿De otro país? ¿O
son diferentes? es quizá la desinformación, la ignorancia y la falta de
identidad quienes llevan a estas personas a realizar este tipo de actos con que
pretenden discriminar; pero sucede que esta tierra, nuestro México, fue
habitada, cultivada, edificada y trabajada desde antes de la conquista por
nuestros tatarabuelos nativos…los indios prehispánicos.
Los Aztecas amos del Anáhuac
Quizá tú que nos lees habrás oído hablar de
los tarascos, de los tarahumaras, de los tzotziles, etcétera. Pues bien, estos
grupos no son entidades ajenas a nosotros, son parte nuestra y son parte de ese mosaico racial indígena
que habitó desde sus inicios estas tierras. Muchos años antes de la llegada de Colón
y de los españoles, grandes
civilizaciones indígenas reinaban nuestro México y maravillaban al mundo con su
tecnología, con su religión, con su
ciencia, con su ingeniería, con sus edificaciones, su arte, etcétera.
Culturas como la olmeca, la tlaxcalteca, la
tarasca, la teotihuacana, entre otras, figuran entre las más importantes de
nuestra historia. Pero de todas ellas hay dos que sobresalen por su grandeza y
por lo enorme de su legado: los mayas y los aztecas.
Su disciplina y organización social eran
tan extraordinarias que asombraron a los mismos visitantes incómodos del viejo
mundo, quienes adoptaron y aprovecharon muchos
de los conocimientos y costumbres de “estos indios”.
Los indios mayas, amos del sureste de México
y de Centroamérica, eran agricultores, comerciantes, artesanos y guerreros, pero
destacaron por su dominio de las ciencias como la astronomía, las matemáticas y
la ingeniería… sus códices y la precisión de sus construcciones no terminan de
maravillar al mundo…especialmente a los extranjeros.
Los aztecas o mexicas, llegados desde el poniente
al Valle de México, destacaron por su capacidad de grandes guerreros, que los
llevó pronto a convertirse en el pueblo dominante de todo el Anáhuac, y con los
años, de gran parte de Mesoamérica. Eran para el continente americano, como eran
los romanos para Europa, tal era la importancia de estos indios y tal era su
grandeza.
Indios
genios…tataranietos genios
imágenes: taringa.net, culturamaya.unblog.fr, news.bbc.co.uk, symbolos.com
Hoy en día el mundo y nosotros mismos nos
maravillamos del ingenio y la creatividad que tiene el mexicano, es decir nosotros.
Y no es para menos, el mexicano siempre le encuentra una solución sorprendente
y notable a las cosas ¿De dónde nos viene eso?, de dónde y de quien más…de
nuestros tatarabuelos indígenas. Los mayas y aztecas lograron manejar su
entorno físico y social gracias a su ingenio, con el cual dominaron las
ciencias, las artes, la ingeniería, etcétera con los que consiguieron adelantos
y productos notables que los ayudaron a sobresalir por encima de los
demás. Mencionaremos algunos ejemplos de
ese gran legado que nos heredaron nuestros ancestros:
La medicina naturista que conocemos hoy en
día, tiene su origen en el conocimiento que éstas y otras culturas tenían sobre
las plantas. Plantas como el epazote, la yerba mora, el matlale, el maíz o el
aguacate, por mencionar algunas, fueron
muy usadas por ellos para atender y curar sus padecimientos.
Las mediciones y alineaciones geométricas
que hoy realizamos de manera tecnificada, eran manejadas y dominadas por
aztecas y mayas desde tiempos inmemoriales con una gran precisión, sin
necesidad de aparatos sofisticados, por ejemplo los aztecas “mediante palos cruzados y usando como guía
el horizonte construían los planos para sus ciudades y edificios mas
importantes… El Templo mayor, por ejemplo, fue alineado de tal forma que
durante el equinoccio de primavera el sol sale entre dos de sus construcciones”
(ojocientifico.com, 2012).
Otro ejemplo más: hoy nos maravillamos con
técnicas agrícolas como la hidroponia, donde con “alimento líquido” podemos
cultivar plantas y obtener nuestra cosecha “sin tierra”; los aztecas fueron relegados por sus vecinos
a las áreas más imposibles para sembrar, justo en los pantanos del lago de
Texcoco, pero su ingenio los hizo desarrollar las chinampas, que son estructuras
ancladas al lecho del lago y que al sobresalir, les permitieron llenarlos del
sustrato sobre el cual sembrar cultivos
y obtener sus cosechas, igual que en la hidroponia actual, sin tierra
verdadera.
Preservando
el legado
Largo seria enumerar los logros y
conocimientos amalgamados durante muchos años por estas civilizaciones, logros
que no tienen nada que envidiar al de otras culturas avanzadas del mundo,
pero es tan hermoso e importante este
legado que hemos recibido los mexicanos, que lo menos que podemos hacer es
enorgullecernos de nuestras raíces, de nuestra sangre india, de nuestra raza de
bronce y luchar por preservar plantas y
animales propios de esas épocas tales como el águila mexicana, el quetzal, el
cenzontle o el itzcuintli; las diferentes razas de maíz y frijol criollos,
los aguacates, por decir algunos; por
rescatar sus dialectos y convertirlos en una materia de carácter obligatorio en
las escuelas; de continuar desarrollando las artesanías, danzas y rituales que
dieron lustre a estas grandes culturas, solo así podremos decir con orgullo..
soy de México.
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