La Defensa de la Villa de Córdoba (21 de mayo de 1821)
Por:
Vicente Moreno-Gicela Moreno
Los mexicanos
celebramos con orgullo muchas fechas memorables relacionadas con nuestra lucha
de independencia, la lucha que liberó a este pueblo de más de tres siglos de
sometimiento al yugo peninsular español; fechas como el 15 de septiembre de
1810 del grito de Dolores o el 2 de mayo de 1812 de la ruptura del sitio de
Cuautla o la del 27 de septiembre de 1821 fecha de la consumación de la
independencia, pero hay una fecha a la que poca justicia se le ha hecho por
parte de todos los mexicanos, tal como lo amerita por el valor que tiene en y
para la historia de México: el 21 de Mayo de 1821, considerada por muchos como
la última batalla importante por la independencia de México.
Córdoba heroica
Foto: Plaza de armas de Córdoba a mediados del siglo XX
Para los
cordobeses, el 21 de mayo es una de las fechas históricas más importantes en la
vida de su ciudad, en ella celebran la razón por la cual la ciudad se ganó el
grado de ciudad Heroica: la última batalla por la independencia de México…la
Batalla de Córdoba.
Para finales de
la segunda década de 1800, Córdoba era una villa de importancia estratégica
para la corona española, por ella se comunicaba y se transportaban productos
agropecuarios, mercancía diversa, pertrechos, transportes, etcétera, siendo un
punto obligado de paso entre el puerto de Veracruz y la capital; por esas
fechas, grupos insurgentes circundaban la región y poco a poco habían logrado
arrebatar el control de varias plazas importantes al ejército realista español:
ejemplos de esto son San Juan de Coscomatepec que consigue don Nicolás Bravo, y
tiempo después, la Villa de Córdoba por don José Joaquín Herrera. Ya han
quedado atrás el Grito de Dolores, las muertes de Hidalgo y de Morelos, pero
están frescas las victorias de Don Vicente Guerrero y Don Guadalupe Victoria por
las regiones cercanas así como el Plan de Iguala , que acelerará el proceso de
independencia. Los últimos reductos del ejército realista, concentrados principalmente en la importante Villa de Orizaba, se niegan a perder esta plaza
tan importante por lo que, en una acción desesperada, intentan reconquistarla.
La Batalla por Córdoba y el héroe amateco
Fotos: Pascual de los Santos Gral. José Joaquín Herrera
Hasta los
comandantes del ejército insurgente (ahora aumentado por los españoles criollos
liberales que apoyan el Plan de Iguala) llegan los rumores del inminente ataque
realista, por lo que refuerzan su destacamento con 250 voluntarios cordobeses y
20 voluntarios de la población de Amatlán de los Reyes, encabezados por el
comandante indígena Don Pascual de los Santos. Se comienza a fraguar el sitio a
la ciudad desde el 10 de mayo de 1821 y es el día 15 cuando se da el primer
enfrentamiento en el área de la Barranca de Metlác cuando los españoles
intentan atravesar por ese punto encabezados por el temible general Don
Francisco Hevia.
Al
no poder conseguir su objetivo, el ejército realista logra adentrarse (
probablemente por otro punto) al poblado de Córdoba para atacar la fortaleza
donde se parapetan los insurgentes, estableciendo un cuartel en el barrio de
San Sebastián; es entonces cuando se produce un enfrentamiento cruento con
nutridas cargas de fusil y metralla de cañón, y es ahí en que surge la figura
del héroe, cuando el comandante amateco
(de auténtica cepa indígena), colocado sobre el tejado de un caserón, dispara su fusil con gran certeza y da muerte
al general Hevia (cerebro de los realistas), justo en el momento en que se
disponía a atacar con metralla de cañón; este hecho dio rumbo definitivo a la
batalla. Todavía en los días siguientes continuaron escaramuzas y tiroteos, ahora
comandados los realistas por don Blas del Castillo, quienes ocultan el deceso
de Hevia y prenden fuego a las casas donde se guarecen los insurgentes, como es el caso de la Casa Quemada (vestigio
histórico que permaneció en pie hasta 1992, cuando mentes insensatas e incultas
ordenaron derribarla). Los cordobeses valerosos, con el parque casi agotado,
salen a defender su poblado con lo que encuentran: piedras, palos, azadones,
machetes, etcétera, sin esperar los refuerzos que debía llevarles Santa Ana (el
posteriormente llamado Alteza Serenísima) y que, como en otros momentos de la
historia, nunca llegó.
El
último asalto de los realistas por recuperar la plaza se da el 20 de mayo de
1821 y concluye en la madrugada del día 21, cuando los españoles con sensibles
bajas se retiran a Orizaba derrotados, no sin dejar muerte y destrucción en su huída.
Poco recordado
Entre
las muertes más sentidas por los insurgentes está la del comandante amateco don Pascual de los Santos,
quien ofrendó su vida en pos de la
libertad y la independencia de México. Desgraciadamente la historia no le ha
hecho justicia a su memoria, dado que muchos
mexicanos no saben siquiera de la memorable batalla del 21 de mayo y su
valor histórico, menos aún de la hazaña de tan ilustre personaje.
La
batalla por la defensa de Córdoba marcó el principio del fin del Virreinato de
la Nueva España y abrió las puertas al inicio del México independiente.
¡¡ Honor a los héroes que nos dieron patria y libertad !!
Fuentes
consultadas
Calatayud,
R., “21 de mayo de 1821”. El mundo de Córdoba., Córdoba, Veracruz, México,
2012. (Recuperado el
14 de Marzo de 2013), en: http://www.elmundodecordoba.com/index.php?option=com_content&task=view&id=1621304&Itemid=96
Museo
de Antropología e Historia de la Ciudad de Córdoba, Veracruz, México
Wikipedia,
le enciclopedia libre. “Batalla de Córdoba (México)”, 2013, en
http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_C%C3%B3rdoba_(M%C3%A9xico)
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