Por: Teresa Moreno
Uno de los medios de transmisión de voz, de vivencias, de
emociones, de nostalgia, subsiste hasta nuestros días con un rostro bastante
diferente a lo que era en otros tiempos, gracias a que rivaliza con tecnologías
nuevas, lo
que no se pensaba décadas atrás… es la radio.. Hoy la recordamos y la
analizamos como parte de la historia y del recorrido cultural de nuestro país a
lo largo de los años.
A través del tiempo
Hablar de la radio en la actualidad probablemente resulte
ser como hablar de algo más, algo sin mayor trascendencia, pero decir la radio
hace muchas décadas, era hablar del único medio a través del cual se lograba
una comunicación masiva al instante. Ningún otro instrumento tenía este poder (años
después la televisión le fue robando ese espacio). Cerremos los ojos y trasladémonos mentalmente a una época
totalmente distinta a la actual: no hay vías rápidas, no hay edificios de
arquitectura compleja ni de materiales novedosos y rebuscados, las
computadoras y calculadoras no existen (
lo más cercano a esto es la máquina de escribir y los mimeógrafos ), el
telégrafo es más importante que el teléfono ( este sólo es exclusivo de las
grandes ciudades y los estratos sociales más pudientes, un auténtico lujo), los
celulares y Facebook no eran ni siquiera una idea remota, y más que la
televisión, el cine era el medio de difusión más importante, tal era la vida y
el escenario que privaba en las primeras décadas del Siglo XX, y aún otras más
adelante. De modo que la magia de la radio envolvía la atmósfera social en
todos sus ámbitos.
Grandes historias
Grandes eventos de la historia están ligados a la radio y
realzaron su importancia como el medio de comunicación más popular de su tiempo
desde que llegó este dispositivo a nuestro México en el año de 1919.
A través de la radio se difundieron los primeros
comerciales, y fue el primer modo de enterarnos en el momento, de eventos y sucesos
que han quedado registrados en nuestra historia. A través de ella oímos el
anuncio de la expropiación petrolera en marzo de 1938 en voz del mismo Gral.
Lázaro Cárdenas, nos enteramos día a día de los acontecimientos que sucedían en
la Segunda Guerra Mundial, del nacimiento del Paricutín; en 1985, cuando
colapsó la televisión, la radio fue el medio que nos informó detalle a detalle de la magnitud
del desastre causado por el terremoto del 19 de septiembre, o el de agosto de
1973. También a través de ella vivimos eventos deportivos notables como los
distantes Juegos Olímpicos y copas de fútbol,entre los más destacados, cuyas
reseñas se detallaban a la distancia.
Grandes voces,
grandes programas
La radio en México llegaba y llega a todos los rincones del
país, aún los más recónditos, de modo que el campesino en los cerros y los
surcos, los obreros en las fábricas, los pescadores en alta mar, los obreros en
las fábricas, los oficinistas en sus despachos, podían estar al tanto de todo
con sólo un aparato receptor. Este aparato receptor que podía ir desde un cajón
mediano hasta enormes muebles modulares, donde los increíbles bulbos eléctricos
obraban el milagro de oír el sonido originado en una estación radiofónica
distante.
Muchos son
los Programas notables que han captado y fascinado al público radioescucha
como... La Hora Nacional, la Hora Azul ,
la Tremenda Corte, Kalimán, Chucho el roto, Porfirio Cadena; programas de complacencias musicales, radionovelas,
la transmisión de eventos deportivos como el béisbol, (el deporte más popular
durante mucho tiempo), las grandes peleas del boxeo o de la lucha libre en sus épocas
doradas...junto a todos estos programas no se puede pasar por alto los nombres
de las voces que dieron vida a varias de estas transmisiones, como Leopoldo de
Samaniego, Pedro de Lille, Luis G. Roldán, Humberto G. Tamayo, Paco Malgesto,
Pedro Ferriz, Enrique Llanes, Pedro el
Mago Septién, Ramiro Gamboa - Tio Gamboín-,
Óscar el Rápido Esquivel, Ángel
Fernández, José Domingo Setién, entre tantos otros, quienes dejaron honda huella
en la sociedad mexicana.
Recordar es volver a vivir...
Referencias
1.- Fuentes Vivas.
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